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orginalmente cargado por - K n a r y -.
2006


Maldigo a todas estas personas,
maldigo el día en que decidieron hacernos la vida un infierno,
maldigo el día en que se le ocurrió que todo era por el bien nuestro,
maldigo el puto día en que follaron sin protección,
maldigo el día en que dejaron que sus peleas se escucharan,
maldigo el día en que perdí la inocencia que todo pequeño posee,
maldigo el día en que tuve que madurar tan rápido.




Puedes siquiera imaginar todo esto,
darte cuenta de la magnitud del asunto.
Esto esta mal, lo intuía desde un principio.
Un juego que fue mas allá, que involucro sentimientos.

No quiero caer en lo mismo, no quiero pasar
otra vez por la infausta situación de tener que ceder,
no quiero perder otra vez, no quiero volver a llorar de nuevo.

No quiero volver a desvelarme, no quiero tener razones para mutilar
mi alma y mi cuerpo, no quiero volver a sentir...



Puedes dibujar figuras eternas
sobre mi cuerpo, puedes tomarlo
las veces que desees, mancillarlo
y romperlo cuando quieras.

O tan solo puedes
acariciarlo con total parsimonia,
amable y dulcemente,
recitando palabras dulces y sensuales
en mi oído.

O quizás deseas solo
una noche de conversaciones
al lado de la chimenea,
tan solo rememorando los buenos momentos.

O mejor podemos tener todo eso en esta noche,
locura, pasión, desenfreno, r·pido y fuerte,
dulce y amable;
y antes de dormir conversaciones afables,
con un cigarrillo en la mano y con el calor de la chimenea.

Tan solo debes pedirlo.

Y recordé y no me gusto,
te vi y me dolió,
me miraste y mi alma se quebró,
hablaste y fue como oír un ángel
tocaste mi hombro y sentí como unas l·grimas caían por mi rostro.

Me abrasé con fuerza a tu cuerpo,
Pero no paraba de llorar,
Sentí como lentamente pasabas tus manos por mi cabello,
Tratando de tranquilizarme.
Pero no podía calmar todo lo que sentía.

Por fin te tenia otra vez frente a mi,
No quería soltarte,
El miedo me consumía,
Miedo a perderte otra vez.

Fue en ese momento en que me separaste de tu cuerpo,
A duras penas te observe,
y me regalaste la sonrisa m·s hermosa que he visto,
besaste mis labios y fue como llegar al paraíso.

Una sensación exquisita,
Pero comencé a oír un sonido a lo lejos,
Me resultaba familiar.
Abrí un ojo lentamente y pude distinguir el despertador.

Lentamente me senté en la orilla de la cama,
Todo había sido un sueño,
Como cada noche, como cada miserable día.

Pero aun así hoy era un día muy triste y especial,
Se cumplían nueve años de tu muerte.
Nueve sórdidos años desde que te perdí.

Figuras macabras y distorsionadas
se proyectan sobre las paredes,
una muñeca como espectadora,
una canción de cuna de fondo,
y un cuerpo inerte sobre el piso.

Alicia bajo el umbral de la puerta
observa todo detalladamente.
Perfecto, es lo que se le alcanza a oír
de sus finos labios.

Todo se veía tan surrealista como un
cuadro de Dalí, y una sonrisa macabra
se dibujo en su rostro.

Camina poco a poco,
hasta llegar al centro de la habitación.

Alicia ahora yace a un costado del cuerpo,
su sangre se aglutina con la que ya estaba sobre el piso,
al fin su obra estaba completa,
innegablemente su muerte fue una obra de arte.


Oí una canción,
y recordé lo que fue y no fue,
lo poco y nada que tuvimos,
lo que deseábamos, pero por miedo
no lo tuvimos.

Recordé nuestras tardes,
las risas y las bromas,
el como sincronizábamos sin querer.
el como siempre desee encontrar alguien como tu.

Pero lo bueno nunca dura
y esta vez no será la excepción.
Esto no tiene un final feliz.

Ni siquiera tuvo un principio

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